Violencia contra las mujeres en política: En defensa del concepto /Violence Against Women in Politics: A Defense of the Concept

  • Mona Lena Krook
  • Juliana Restrepo-Sanín

Resumen

El fenómeno de la violencia contra las mujeres en política está ganando cada vez más atención por parte de diversos actores alrededor del mundo. Piscopo (2016) critica teorías y estrategias emergentes para teorizar y combatir este fenómeno, con el argumento de que las académicas han aceptado las definiciones de las activistas de manera acrítica, que la violencia contra las mujeres en política es simplemente una subcategoría de la violencia política en general, que la debilidad estatal y de los sistemas judiciales (resultado de procesos de consolidación democrática inacabados) explican este fenómeno, que estos actos de violencia no sólo violan los derechos políticos de las mujeres sino otras leyes, que la legislación es insuficiente dada la impunidad rampante en cuestiones criminales, y que otros actores y políticas estatales deberían encargarse de este problema. Como respuesta, argumentamos que los nacientes estudios académicos sí brindan nuevas herramientas para la creación de definiciones de este fenómeno. Argumentamos que la violencia contra las mujeres en política es distinta de la violencia política puesto que busca impedir la participación de las mujeres por ser mujeres. De manera muy preocupante, este problema se presenta en todas las regiones del mundo, no sólo en América Latina, aunque el contexto pueda influir el tipo y la prevalencia de diferentes actos de violencia. Esta violencia es mucho más que un problema criminal, puesto que pone retos muy grandes a la democracia, los derechos humanos y la igualdad de género —tanto que leyes que no son efectivas, pueden desempeñar un papel normativo muy importante, calificando estos actos como un “problema”—. Finalmente, las soluciones no deberían ser sólo propuestas por el Estado, sino involucrar a un sinnúmero de actores distintos. Aunque los debates continúan, concluimos que las académicas y activistas no deben abandonar el concepto de violencia contra las mujeres en política, sino, por el contrario, deben trabajar juntas para llamar la atención sobre este problema y asegurarse de que tanto hombres como mujeres puedan participar en política sin temor a la violencia.
Sección
Debate